viernes, 25 de marzo de 2011

HACIA EL SIGUIENTE ESCALÓN


-¡Rápido!- llegó gritando León - debemos apurarnos. ¡¡Nos descubrieron!!
-¿Qué sucede? - preguntó impaciente Mina
-Me siguieron y lograron dar con la entrada. Si no nos apuramos todos morirán-respondió León
-¿¡Quienes son todos?! - preguntó Xavier
-Los lobos, los mutantes, nuestra monstruosas creaciones. Debemos salvarlos. Ellos no tienen la culpa de nada.

Todos se miraban entre si y no entendían lo que pasaba. Decidieron seguir los pasos del Dr. Cano y ver que sucedía.

Iban corriendo entre los pasillos de la base que en cada vuelta que daban se hacían más pequeños y lúgubres.

-¿Donde nos llevas? - preguntó Mina, pero León no respondió

Pronto se vieron dentro de algo parecido a una nave. Había algo que no lograban comprender. Lo sentían, presentían que hasta podrían palparlo pero todo ahí dentro era sólo luz y calor. 
-¿Donde estamos? - dijo Xavier
-Con amigos - respondió Cano
-No los veo - dijo Mina casi en un susurro
-Ya los verás - respondió Cano tomándola del brazo - ven, acompáñame

Ella y él caminaron lento por sobre un piso que parecía no ser de material solido. 
-¿Estamos flotando? - preguntó Mina
-Lo estamos - respondió Cano mirándola con dulzura

Luego un chispazo de electricidad la hizo voltearse sobre su derecha y por fin los vio. Eran muchos, tal vez miles de seres. Mina no lograba entender aun lo que sus ojos veían.

Una figura muy alta, rodeada de luz se les acercó suavemente. Debía medir al menos unos 3 metros. No parecía humano aunque tenía cuerpo, brazos, tal vez unas piernas pero no se les podían ver. Su cabeza era alargada pero no deforme y lo más increíble eran sus ojos. Estos eran muy grandes e intensamente azules. A pesar de lo inquietante de la situación ni ella ni el resto de sus compañeros tuvieron miedo.

-Gabriel... encont....
-Lo sabemos - respondió el ser
-¡¡Como los salvaremos ahora!!
-Ya estamos en camino querido amigo. Todos serán salvados. Ven conmigo. Te llevaremos adonde ellos para que los guíes hacia nosotros.

Mina decidió interpretar aquella imagen como la de los llamados ángeles de la antigüedad - ¿No era ese el nombre del que anunció la llegada de Jesus? - pensó Mina mientras escuchaba dentro de su cabeza la voz del ser. Era tan dulce y tranquilizadora que solo le provocaba sentir paz y amor.

-Pero ¿qué haremos con el resto. Con mi raza. Con los humanos? - preguntó algo angustiado Cano
-Tus amigos que te acompañan vendrán ahora con nosotros. Por eso no debes preocuparte - respondió Gabriel
-¿Y el resto?. Los que aun permanecen en la base. Los que viven afuera. No puedo permitir que todos perezcan. Somos su obra... ¡¡Su creación!! ¡¡Gabriel por favor haz algo por todos ellos!! - suplicó Cano desesperado.

Luego de un eterno silencio otro ser iluminado se les acercó. Se trataba de uno que producía aun más luz a su alrededor que el mismo Gabriel e incluso parecía ser un poco más alto. Pero lo que mas llamó la atención de todos era la inmensa calma que les rodeó con su llegada. Creyeron que aquella sensación debía ser la que se tiene cuando se está en el vientre de la madre. Serenidad, paz y un amor infinito.

-Hijos, no podemos salvarlos a todos. Muchos... lamentablemente perecerán, pero recuerden que vuestra alma es inmortal. Su paso por esta vida es temporal. Ahora les toca ascender. Los que están preparados están ahora aquí y en otros lugares del planeta, listos para dar el siguiente paso. Los que aun no, deberán seguir aprendiendo a vivir, a conocer, a amar.
-¿Qué significa eso? - preguntó Mina - ¿Es que ya todo acabó para los demás?
-No hija. Nada ha acabado. Todo vuelve a comenzar. Es como cuando ustedes salieron del hogar de sus padres. Crecieron y se independizaron. Ahora necesitan un espacio propio para seguir su camino. Pero hay otros que al igual que muchos de ustedes también crecieron pero aun no logran independizarse de sus padres y necesitan seguir tomados de la mano de ellos para aprender y avanzar.
-¿Eres Jesús? - preguntó Xavier sin abrir la boca
-Así fui llamado por ustedes - dijo, para luego desaparecer brindándoles una bella sonrisa.
-Debo ir con ellos. Ustedes estarán bien - dijo Cano mirando dulcemente a Mina
-¿Puedo ir contigo? - preguntó ella
-No. No puedes. Esto debo hacerlo solo. Se los debo. Yo inicié todo esto. Yo debo terminarlo.

miércoles, 9 de marzo de 2011

CANO ES DESCUBIERTO


-Está todo listo Dr. Luna - llegó diciendo el asistente - Los granos están a salvo. Con eso tendremos comida para muchísimo tiempo. 
-Esa era la idea de los que comenzaron con todo este plan  - respondió Luna
-¿Y qué sucedió con ellos? - preguntó el asistente
-Murieron. Todos fueron asesinados. 
-¿¡Pero por qué?!
-Sabían demasiado y el conocimiento los llevó más allá. Un día, uno de ellos decidió difundir el secreto del arca de las semillas. Las fuerzas militares mundiales  alcanzaron a detenerlo justo antes de perderle el rastro para siempre. Pero el daño ya estaba hecho. Mucha gente comenzó a guardar sus propias semillas y el plan tuvo que ser cambiado.
-¿Y cual era el plan original? - preguntó el asistente intrigado
Luna lo miró de reojo y no le respondió.

-Eso ya no importa. Ahora debemos concentrarnos en hacer que este plan si funcione. El maldito Dr. Cano nos lo está boicoteando y debemos detenerlo.
-Pero doctor ¡¡él ha desaparecido!!. No hay rastros de él ni de ninguno de sus seguidores
-Eso no puede ser. Deben estar aun en la base. No pudieron salir de aquí sin ser vistos. Ano ser que...

El doctor Luna atravesó con la mirada los ojos de su asistente y este, al verle, tuvo una horrible sensación de escalofríos que le recorrió todo el cuerpo. Incluso creyó ver que la piel de su jefe cambiaba misteriosamente de color. Ahora se veía ¿verde?.

-¡Vamos! - exigió Luna - Ya se como Cano desaparece tan misteriosamente. Debes seguirlo desde aquí - dijo Luna, apuntando un mapa de la base.
-No le debes perder el rastro ni un segundo.

El asistente, siempre leal a su creador, lo siguió con la cabeza gacha pero sintiendo que algo en ese humano no estaba bien.

Mientras tanto, León Cano volvía de su misterioso paseo fuera de la base. Nadie sabía cuando ni donde iba y menos su hora de llegada.

-¿Te puedo acompañar? - preguntó un día Mina
Cano la miró dulcemente
-No, no puedes. Muchas vidas dependen de mi discreción... incluyendo la tuya.
-Te entiendo. Ve entonces. Cuídate

León salió sonriendo de la habitación. Sentía que una nueva y hermosa emoción se había instalado en su pecho y no quería dejarla ir.

Aquella noche la puerta dimensional se abrió sin contratiempos. Nadie podía verlo.

Al cruzar la cascada observó satisfecho que sus amigos, los animales que sobrevivieron al desastre de las clonaciones y los experimentos, seguían ahí; a la espera de sus instrucciones para poder sobrevivir.

-¡Numitor! - gritó feliz León - Estamos pronto a emprender el viaje.
-Estamos preparados - dijo parsimoniosamente el anciano lobo.

Pronto se sentaron frente a una fogata y comenzaron a planificar la huida. Pero esta vez el doctor Cano no se dió cuenta que lo siguieron y que el asistente del doctor Luna pronto lo descubriría.






miércoles, 9 de febrero de 2011

NUEVO DESORDEN MUNDIAL


Cano observaba el monitor de su ordenador mientras el resto de los jóvenes científicos que huyeron con él merodeaban por el lugar que él había construido hacía muchísimo tiempo ya. Cuando se comenzó a dar cuenta del giro que estaba tomando el curso de los acontecimientos.

Mina lo miraba desde un rincón intrigada.

A pesar de ser un hombre con más de 40 años, lucía como un joven idealista de no mas de 18.

El Dr. León Cano sintió en su espalda la fuerte mirada de la colorina y se volteó para mirarla.

-Espero no estés arrepentida de haberme seguido - dijo Cano, volviendo al ordenador
-No. No lo estoy. Solo que me llama mucho la atención todo esto. Nunca supe que existía este lugar. ¿¡Y mira que soy curiosa eh?! - sonrió Mina 
-Este lugar no está en ningún plano de la base. Lo construí yo con la ayuda de algunos amigos especiales que lamentablemente ya no están.
-¿Murieron?
-Los hicieron desaparecer que es peor - respondió Cano con tristeza en la mirada.

-¡Profesor! - Gritó Xavier, uno de los jóvenes que lo siguió - ¿Será que debemos permanecer aquí por mucho tiempo?

Cano lo miró extrañado

-Es que vimos que hay una despensa allá atrás con muchísima comida - volvió a decir Xavier
-Si, muchacho. Permaneceremos acá por algún tiempo. La comida es por que tengo la esperanza de que muchos más se nos unan en esta misión.
-¿Y como lograrás que te crean? - preguntó Mina
-Como lo hice contigo y contigo y con todos ustedes aquí presentes. Mis palabras son verdaderas porque vienen del corazón y solo un corazón igual al mio podría comprenderlas. 

Cano agachó la cabeza para respirar profundo y continuó

-Muchachos allá afuera el amor está perdiendo la batalla

Todos los presentes se miraron extrañados entre si.

-¿Y que tiene que ver el amor en todo esto? - Preguntó Xavier
-¡¡Todo!! - Respondió eufórico Cano - Todo tiene que ver. Desde que esta lucha comenzó, el amor siempre ha sido vilipendiado, maltratado, confundido, desperdiciado, violentado, asesinado. ¿Se han dado cuenta de que pocos jóvenes se quieren comprometer en algo o con alguien o para algo?. Para comprometerse en una causa es necesario amar esa causa, pero amarla en el buen sentido de la palabra, no llevarla al extremo de la pasión o el desenfreno.

Los muchachos miraban a Cano confundidos. ¿Sería que de verdad el fin del mundo que conocemos tiene que ver con la falta de amor?

-El caos y la desarmonía se han establecido en el planeta - continuó diciendo Cano - ¿Recuerdan, según la historia, cuales fueron las consecuencias que sucedieron la última vez que un caos y un desorden así ocurrieron?
-¡¡Sodoma y Gomorra!! - Gritó Xavier
-La muerte de Jesucristo - dijo casi en un susurro Mina

Cano la quedó mirando y sus ojos brillaron. -¡¡Ella es!! - pensó, sonriéndole complacido.

-Aun no pueden deshacerse de ese gran don que nos dejaron los creadores y especialmente ella. Nuestra madre. La que permitió que nuestra raza siguiera, creciera y se multiplicara. 

-Estamos luchando para que "El plan Cósmico" sea una realidad y les digo que... EL AMOR es la llave para que este proyecto triunfe - Terminó diciendo el Doctor León Cano a su concurrida audiencia de jóvenes científicos entusiasmados con este nuevo proyecto.

Mina lo miraba emocionada. No entendía por qué pero sentía que ella sabía todo eso... y le creía.

martes, 4 de enero de 2011

2003. EL AÑO QUE VIVIMOS EN PELIGRO





Los científicos estaban impresionados. Se estremecieron al ver las imágenes a todo color que les había mostrado el Dr. Roberto Mendoza. Uno de los más reconocidos hombres de ciencia. Ganador de un premio Nobel por sus investigaciones sobre genética y biocelulas.

Era un hombre sombrío y callado. 

Había llegado a la base porque le habían dicho que sería la ocasión de llevar a cabo sus experimentos genéticos sin ninguna restricción o límite que le coartara su libertad de acción.

El tema lo maravillaba. Se sentía dios y quería probarlo y mostrarle al mundo sus asombrosos descubrimientos.

Luna fue el más entusiasmado a la hora de llevarlo con él y hacerlo su aliado.

Mendoza experimentaba con nuevas razas. A ratos sus experimentos acarreaban serios problemas ya que los monstruos que salían de su laboratorio muchas veces lograban huir llegando a la civilización y asustando a la gente, situación que atraía la atención de los medios y esa era una de las cosas que menos deseaban Luna y su gente.

El Dr. Roberto Mendoza fue uno de los más entusiastas colaboradores en el experimento que más satisfacción le dio.

Cuando vio a ese pequeño lobo convertirse poco a poco y con mucho dolor en un hombre que caminaba en dos pies, sus ojos casi se llegaron a salir de su orbita.

Luego, vinieron más y más experimentos hasta tener lista la raza que salvaría al mundo del desastre.

El lobo antártico se convirtió en la única especie capaz de llegar hasta las profundidades de las heladas tierras australes para buscar en ellas el elemento vital que ya comenzaba a escasear alrededor del planeta.

Dentro de sus planes no estaba el hecho de que aquellos engendros pudieran "pensar", por lo que fue el Dr. Luna quien asesoró a otros científicos en la manipulación aun más extraordinaria. Dejar a estos seres sin la capacidad de reaccionar a nada solo a las órdenes que de ellos provenían.

El Dr. Mendoza no lo sabía o, si lo hacía, no le dio importancia a tal hecho. Esto hasta que el Dr. Cano le hizo llegar una información que lo ayudó a replantearse su vida y su estadía en aquella base.

En la pequeña habitación de Mendoza habían al menos unos 20 científicos que, curiosos por lo que había sucedido en el salón y las palabras emitidas por Cano, llegaron hasta ahí para ver que más debían saber.

-Esta información, señores, - dijo Mendoza - fue subida hace años a la red por la misma Agencia de Información Espacial Internacional. Pero al darse cuenta de la magnitud de lo que estas imágenes podrían causar en la población decidieron sacarla casi de inmediato. Muy pocas personas tuvieron acceso a grabarla en sus ordenadores y más aun, muchas fueron perseguidas hasta la muerte por insistir en difundirlas.

-¿Dices que esto sucedió en el año 2003? – preguntó uno de los que ahí se encontraba
-Efectivamente colega. El cometa era de unas dimensiones gigantescas, como lo pueden ver – dijo Mendoza, deteniendo el video y apuntando con un lápiz -  pasó tan cerca de nuestro sistema solar y de manera tan repentina que los encargados de la época no tuvieron tiempo a reaccionar. Sólo enmudecieron mirando la pantalla y esperando el fin.

-¡Es más grande que el sol! – gritó uno desde el fondo
-¡¿Y la cola?! ¿Como fue que no sucedió nada? – preguntó otro por ahí.
-Por favor – dijo Mendoza, volviendo a poner “play” – observen lo siguiente.

La imagen era asombrosa. Un colosal cometa pasaba justo delante del sol amenazando con exterminar todo el sistema solar que nos cobijaba. De repente, una inmensa explosión de plasma proveniente del sol mágicamente desvió el curso del cometa alejándolo por completo de nosotros.

-¡Desapareció! – gritaron varios excitados con lo que acababan de ver
-¡Pero qué!.. ¿¡qué sucedió?! – dijo el científico más cercano a Mendoza, mientras se tapaba la boca con las manos y volvía a ver la imagen sorprendido
-Nadie lo sabe exactamente – dijo pausado Mendoza – Esto me hizo creer que hay “algo” o “alguien” allá afuera que nos dio otra oportunidad.

Los científicos se volvieron locos. Comentaban todos boquiabiertos lo que acababan de ver y aun no lo podían creer.

-Señores – dijo Mendoza seriamente – creo que estamos hace rato viviendo “tiempo extra” y ya es el momento de avanzar y comenzar a ampliar aun más nuestros conocimientos para salvar y salvarnos de lo que me parece inevitable. Nuestra propia destrucción. Después de haber visto esto siento que no tendremos otra oportunidad.

Mientras tanto, el Dr. León Cano, ya marchaba hacia lo que sería su escondite y el de los jóvenes que lo siguieron.

-¿Y ahora… qué hacemos? – preguntó Mina mirándolo con admiración.
-Los animales pronto librarán una gran batalla. Ellos ya tienen su propio líder a quien seguir y están al tanto de casi todo.
-¿Casi? – preguntó uno de ellos
-Si. Su conocimiento es inferior al de nosotros. Pero su percepción es infinita y me creen.
-¿Tu hablas de los mismos especímenes con los que estuvimos experimentando todos estos años? – preguntó Mina
-Si doctora. Son los mismos pero a estos les introduje un microchip en su cerebro para evitar que sean rastreados por los hombres de Luna.
-¿Se salvarán? – preguntó ella
-Si. Ellos si.
-¿Y nosotros? – volvió a preguntar Mina angustiada
-No todos, mí querida colega. Lamento decir que no todos.